

¿En algún instante se imaginó a sí mismo Pons llegando tan lejos? ¿Qué pensaría durante las largas horas de camino a Las Vegas? 6.737 jugadores entre los que destacar para poder sentarse en la anhelada mesa final.
Cómo Fernando Pons consiguió estar en los November Nine
Pons se abrió su cuenta en 888poker.es en 2014, que es la única sala que está autorizada para hacer clasificatorios para WSOP, y tal y como nos cuentan en el reportaje: en español Moneymaker significa Pons, en tan sólo dos años después se planta tan cerca del éxito rotundo. Aunque él ya lo tiene claro: ‘yo, a disfrutar, sin presión. Ya es un sueño estar aquí y entrar en premios’, comentaba antes de clasificarse para la mesa final. Y es que ni todo el mundo, ni tan a menudo, se tiene la oportunidad de jugar al póker en los últimos niveles del torneo más importante del mundo. Cuando Pons pronunciaba esas palabras sabía que si se tenía que volver a casa no lo hacía con las manos vacías. En su bolsillo se calentaban cerca de 270.000$ (que de solo recordar que fueron tras una inversión de 30 euros uno roza la parálisis por alucinación).


Pero esperen, que la cosa puede dejarnos aún más anonadados… Si Pons llegaba a la última mesa, donde estarán los últimos 9 participantes, de los casi 7.000 que entraron, tendría asegurado que se llevaba consigo de vuelta a España un millón de dólares. ¿Seguimos? Si se proclama vencedor de la competición se alzará con 8 millones. Y es que la buena noticia es que todo apuntaba a que podía convertirse en un sueño hecho realidad ya que, aunque Pons sufrió un leve bajón en el día 6, consiguió recuperarse y resurgir con más fuerza e ingenio. Quedaban días realmente duros para el mallorquín en los que midió su astucia con tipos realmente buenos con las cartas y que, seguramente, no se veían ensombrecidos por el jet lag. Pero la fuerza dio sus frutos y Fernando Pons puede decir con el mayor de los orgullos que es uno de los grandes y que tiene su silla entre los November Nine. ¿Desearle suerte? ¡Nosotros le deseamos las mejores de las manos! ¿Quizá una flor imperial?